Estos baños fueron construidos en el siglo XIII, sobre un inmueble anterior según las actividades arqueológicas realizadas en los años 80. Su objetivo era satisfacer las necesidades de una población en crecimiento.
Los baños se asientan sobre una base de mampostería, levantándose los muros mediante mortero, mientras que las bóvedas se realizan con lajas y mampuestos de piedra. Aunque actualmente las bóvedas sólo se aprecian en algunas de estas salas, pues se han ido destruyendo con el paso de los años.
Los paramentos se recubrieron con un enfoscado donde se observan las incisiones en «espina de pez» que permitirían la mejor adherencia del enlucido. La sala templada, que es la que mejor conservada está, hay que destacar la existencia de un poyo de fábrica donde hay una pila de baño en forma de tinaja, tras ésta se accede directamente a la sala caliente, de planta ligeramente trapezoidal, que ha perdido casi por completo la bóveda, pero se mantienen restos de una posible pila. Bajo esta estancia, se localizó la cámara subterránea que formaría parte del sistema de calefacción de los baños, constituída por pilares que sustentaban el suelo de la «bayt al-sajun» y un poyo distribuido prácticamente alrededor de todo su perímetro. Las actuaciones arqueológicas permitieron recuperar el horno que alimentaría esta estructura, ubicándose adosado a la cámara subterránea y construido mediante ladrillos y mortero. Del mismo material se realizarían los pavimentos originales, detectados sólo en algunos puntos de los baños.
Ya con el tiempo el inmueble perdió la función para la que se crearon, se cree que se pudo abandonar en el S XVI. Se sabe que se volvió a utilizar en la época contemporánea para labores agrícolas.
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