jueves, 10 de diciembre de 2009

Retrato ecuestre de Doña María del Rosario Cayetana Fitz-James Stuart de Silva (1930), de Ignacio Zuloaga. Sandra

En este trabajo lo que voy a contar es la reacción que tuve al ver la exposición de la Casa de Alba que se está celebrando en el Museo de Bellas Artes de Sevilla, recordar también un poco de su historia y hablaros del cuadro que más me gustó de la exposición.

La casa de los Duques de Alba de Tormes es una familia noble española cuyos orígenes se remontan a la nobleza castellana del siglo XIV. La casa de Alba surge en la historia nobiliaria española al obtener en el siglo XIV los señoríos de Oropesa y Valdecorneja como recompensa de servicios prestados al rey Enrique II de Castilla, aunque el ascenso de la familia vendrá a partir del siglo XV. Con el tiempo la Casa de Alba ha ido añadiendo nuevos títulos, se convirtió en la casa noble con mayor herencia de Europa.

La colección de arte de los Alba, una de las más grandes de España aunque no conserva todos los tesoros que pasaron por ella. Fue iniciada por Fernando Alvarez de Toledo y Pimentel. En esta época se mencionan obras de Domenichino, Allori, Gentileschi, Ribera, Velázquez, Rafael o Corregio. Más tarde ingresaron obras encargadas a Raphael Mengs y Goya enriquece la colección con lienzos de retratos de su amiga y modelo, la XIII Duquesa de Alba.

Gracias a la actual jefa de la casa y tras la creación de la fundación Casa de Alba, españa dispone de esta gran colección para su exhibicion pública y los aportes estatales garantizan su conservación.

El cuadro del que os voy a hablar es El retrato ecuestre de Doña María del Rosario Cayetana Fitz-James Stuart de Silva realizado en 1930 por el pintor Ignacio Zuloaga.


El cuadro retrata a Cayetana con 5 añitos montada en su poni Tommi, al que tenia gran afecto. La niña ya apuntaba maneras según ha comentado algún periodista y el cuadro podría ser la primera pintura pop española por su colorido chillón. Yo me fijé en el raton Mickey, que aparece con otros animalitos en la parte inferior izquierda.

Ahora os voy a dejar aquí una conversación muy divertida y agradable que tuvo con un periodista, en la que cuenta cosas referentes al cuadro.

Palabras del periodista y Cayetana:

"Observé que Cayetana miraba ensimismada la pintura y cuando comenzó a hablar sus palabras venían de muy lejos, en tono nostalgico...nos dijo:

-Zuloaga pintó a Mickey Mousse en el cuadro pensando que era fruto de su imaginación. Que quedaría bien añadir otro toque infantil al entorno. Jamás hubiese aceptado que pintó a Mickey porque estaba allí, ante sus ojos, posando. Por eso yo estaba tan inquieta. No dejaba de vigilar a Mickey, que entraba y salía de la escena sin parar. Jugaba a esconderse tras mi perro y mi gato y le hacía cosquillas a Tommi en las patas. Zuloaga se enfadaba conmigo porque me movía muchísimo y no podía captar ciertos rasgos, como la luz que no se reflejaba en mi de la misma forma porque yo ya no estaba colocada como me colocó al principio. Por eso dijo que jamás volvería a retratar a una niña. Recuerdo que lo pasé muy mal pero fue muy divertido al mismo tiempo. Las sesiones de posado se me hacían eternas. Mickey se burlaba de mi y se reia porque él se podía mover y yo no. Mickey estaba muy contento porque era la primera vez que posaba para un retrato ya que su padre lo pintó de memoria. Fui muy feliz aquellos días pero lloré mucho cuando Mickey se marchó porque dijo que añoraba a su papá...

-¡Ozú cayetana, mi Arma! ¿Te estas quedando conmigo...?

-Tu que crees Antonio, ¿tu que crees...?"

Elegí este cuadro porque me pareció un cuadro muy divertido con colores muy vivos y muy infantil por la aparición de Mickey y un perrito de peluche. También me gustó porque estaba Cayetana retratada de pequeña y me gustan mucho los retratos infantiles.

Ahora os dejo aquí otros cuadros que ví en la exposición que me gustaron también:







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