El Castillo de Santa Catalina se encuentra en la Comarca Metropolitana de Jaén, y fue declarado Monumento Patrimonial el 3 de junio de 1931.
Es una antigua construcción defensiva que está a 820 metros de altitud, donde se puede divisar toda la cuidad de Jaén, los olivares y las montañas que se encuentran a su alrededor.
Se construyó entre los siglos XIII y XIV, y fue en sus orígenes un alcázar árabe durante el reinado del rey Alhamar.
Está formado por cinco torres. En su lado oeste, se sitúa la Torre del Homenaje, que es una planta rectangular con 15,45 metros de lado y más de 30 metros de altura, que se compone de tres plantas con bóvedas cruzada de arcos ojivales apoyadas sobre una columna central. Además, ésta se comunica a través de un arco con las ruinas que aún se conservan de una iglesia.
En otra de las torres, se encuentra la Capilla de Santa Catalina que alberga la imagen de la patrona de Jaén. La torre de la Vela y la torre de las Damas formaron parte de la antigua fortificación musulmana y la torre de las Troneras está dedicado al aseo y a las letrinas.
También se ha transformado en un monumento visitable de interés turístico donde la historia cobra vida por medio de exposiciones explicativas. De este modo, el visitante sale del castillo conociendo su historia. Además, la fortaleza a dado lugar a tradiciones y leyendas a lo largo de los siglos, que se han guardado en la memoria popular.
Ubicada a la izquierda del castillo, se observa una gran cruz, famosa por ser un símbolo de la ciudad. Se dice que hace memoria a la que en aquel mismo lugar mandó a colocar Fernando III el Santo tras arrebatarle la fortaleza al rey Alhamar.
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