El castillo de Santa Catalina es una construcción cristiano-medieval de defensa situado en el cerro del mismo nombre, en la Sierra de Jabalcuz a 820 m de altitud (desde donde se puede observar toda Jaén, los olivares y las montañas cercanas a la zona, visión que refleja perfectamente esta fotografía). El nombre le viene por la capilla que se iba a construir tras la conquista del castillo; La capilla de Santa Catalina de Alejandría es gótica y data que se construyó entre los siglos XII y XIV.
Los primeros elementos defensivos que se encuentran datan de la época Ibérica (restos ciclópeos que formaron parte del oppidum relacionado con el bastante cercano asentamiento de Puente Tablas) aunque realmente el origen militar del castillo se remonta a los cartagineses, cuando Aníbal construyó una importante fortaleza para proteger la colonia que él mismo fundó (luego Roma mantendría la instalación además de reforzarla).
Los musulmanes (en la época Islámica, s.VIII en adelante) comenzaron a reconstruirlo, sufriendo progresivas ampliaciones para llegar a conseguir su máximo tamaño entre los siglos XII y XIII (donde ahora se encuentra éste castillo antes existió una fortaleza árabe, el Castillo de Abrehui, de la que aún quedan algunas evidencias).
A pesar de ello lo que hoy en día vemos es de origen cristiano (tras la conquista de la ciudad por Fernando III el Santo en 1246, arrebatándoselo al rey moro Al-Ahmar).
En total hubo tres fortalezas/fortificaciones, construídas a lo largo de los siglos: el Castillo Viejo, el Alcázar Nuevo y el de Abrehui.
Durante el s.XV el Condestable de Castilla Don Miguel Lucas de Iranzo (asesinado en 1473 mientras rezaba) hizo unir tras varias reformas el Alcázar Nuevo y el Alcázar de Abrehuy, separados hasta ahora por una explanada. Para finalizar estas obras se culminó construyendo la Torre del Homenaje (tenemos constancia de ello: en 1529 hubo que gastar 10.000 maravedís en obras urgente [CHAMORRO LOZANO: Guía artística y monumental de la ciudad de Jaén, Jaén, 1971, pág. 56.]).
Aunque el Alcázar Nuevo fue mandado construir por Fernando III, Alfonso X y Fernando IV fueron los reyes que intensificaron y culminaron estas obras.
En el siglo XIX cuando las tropas napoleónicas llegan a Jaén el castillo fue modificado por ellas, detruyendo parte del aljibe (con vistas a usarlo como polvorín, donde habría dos habitaciones que se usaban como caballerizas). Los franceses también construyeron un hospita, los cuales estos se asentaron con gusto en el castillo haciendo varias reformas como por ejemplo los pabellones para el gobernador, una plataforma artillera e incluso un área de oficinas para su uso particular. Cuando éstas tropas dejaron la ciudad la idea más gratificante que se les pasó por la cabeza fue la de volar el castillo, para que no sirviese de refugio a las tropas españolas.
En la actualidad tan solo se hayan el Alcázar Nuevo, además de resquicios y evidencias de construcciones pasadas. El 3 de Junio de 1931 se declaró monumento Histórico Artístico, y en 1948 el Ayuntamiento de Jaén compró el castillo para tenerlo bajo su propiedad. Sobre los restos de las otras dos fortificaciones se construyó en 1965 el Parador Nacional de Turismo, que vieron con sus obras cómo se destrozaban varias estructuras de una manera irreparable.
El día 25 de Noviembre (Santa Catalina), la tradición es subir a pie al castillo y asar sardinas
Para cerrar este trabajo me gustaría hacer especial mención a la cruz, que incluso tiene un soneto grabado en la piedra, y constituye así un elemento de culto jienense que os invito que hagáis clic aquí para ampliar información y leer el soneto.
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