lunes, 9 de marzo de 2009

El Ámbito de los Dólmenes de Antequera, declarado Zona Arqueológica, por Sandra


La Junta integra la protección de la necrópolis megalítica, el yacimiento calcolítico del Cerro de Marimacho y una villa romana

El día 27 de Enero del presente año el Consejo del Gobierno acordó inscribir en el Catálogo General del Patrimonio, en la sección de Zona Arqueológica, al Ámbito de los Dólmenes de Antequera, en Málaga. Junto con las construcciones megalíticas de Menga, Viera y Romeral, ya declaradas monumentos histórico-artísticos a principios del siglo pasado y ahora con una mayor protección, el conjunto está integrado por el poblado calcolítico del Cerro de Marimacho y una villa romana.

La nueva zona arqueológica ocupa un terreno de 219.802 m. cuadrados, a los que se les debe de añadir un entorno protegido de 1,29 millones de m. cuadrados. La necrópolis se ubica en una elevación sobre una vega muy cerca de Antequera. Los tres sepulcros dolménicos que la intengran conservan el túmulo orignal, esto no es muy frecuente en el megalitismo malageño, cada uno de ellos tienen diferencias muy apreciables tanto técnicamente como formalmente.

El dolmen de Menga, una de las cumbres de la arquitectura megalítica de la Prehistoria europea, destaca por sus grandes dimensiones, con un diámetro de 50 m. , el túmulo se cubre con 3000 m. cúbicos de tierra y rocas.

Para la construcción del dolmen fue aprovechado un promontorio en cuya roca virgen se realizó una fosa ancha y alrgada, en donde fueron colocados los ortostatos (piedra verticales) y encima de ellos las losas. Hay tres zonas: un atrio, un corredor y una cámara funeraria. En este último espacio destacan tres enormes pilares, un recurso constructivo muy tipico en el megalitismo europeo.

El segundo de los dólmenes (Viera) es un sepulcro de corredor con un pasillo de 19 m., segmentado en dos tramos por una puerta, por la cúal se accede a una pequeña cámara de solo 1,6 m. de altura.

El último, el dolmen del Romeral se diferencia con los anteriores por el empleo de mampostería en paredes y bóvedas, en vez de lajas. Consta de un corredor de 26 m. que nos permite el acesso a la cámara funeraria, en donde hay otro pasillo más pequeño que nos da paso a una segunda cámara.


Respecto a los contenidos funerarios de estos sepulcros, apenas si se han podido recuperar cuencos de cerámica, pequeñas herramientas realizadas en sílex, varias hachas de piedra pulida y algún punzón de cobre. Sus paredes conservan interesantes ejemplos de arte esquemático, especialmente las oquedades realizadas en los ortostatos del corredor de Viera y los motivos antropomorfos y con forma de estrella en Menga.

Cerca de los dólmenes está el segundo de los yacimientos que integran la zona arqueológica: el asentamiento del Cerro de Antequera o Cerro Marimacho, un pequeño poblado calcolítico en el que se han encontrado ceramica campaniforme.


El otro yacimiento incluido, y relacionado con el anterior por ocupar parte de su espacio, se corresponde con una villa romana conocida como Carnicería de los Moros. Aún no ha sido excavada, pero se aprecian los restos de algunas de sus estructuras, como el ninfeo o monumento dedicado a las ninfas acuáticas.

El Ámbito de los Dólmenes de Antequera se suma al rico patrimonio arqueológico protegido en este municipio malagueño y entre los que destacan, entre otros yacimientos, los de Arastipi, Alcaide, La Estación, La Angostura y El Gallumbar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

BUENA PÁGINA. UN TRABAJO BONITO Y NECESARIO. ANIMO A TODOS LOS QUE LA HACEIS POSIBLE.

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